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¿Qué es, para qué se utiliza o cuál es el proceso de fabricación del PVC? Son algunas de las preguntas más típicas que suelen rondar a este material. Desde Ypsis, como especialistas en el trabajo con él y en la fabricación de cortinas y lamas a partir de este compuesto, nos gustaría explicarte los principales detalles que tienes que conocer. ¡Comenzamos!
Lo primero de todo: El PVC, también conocido como policloruro de vinilo, es una combinación de tipo químico que une al carbono, al hidrógeno y al cloro. Además, sus componentes provienen de forma principal del petróleo (43%) y de la sal (57%). Estos valores concretos convierten al PVC en el plástico con menor dependencia del petróleo de los que conocemos en la actualidad.
¿sabías que apenas el 4% del consumo total de petróleo se destina a la elaboración de materiales plásticos? De ese total, menos del 15% se dedica al PVC, lo que nos indica ya de primeras que no es un componente que ocupe un alto porcentaje de uso del petróleo a nivel mundial.
¿Y cómo es la fabricación del PVC?
El PVC se obtiene a través de un proceso de polimerización del cloruro de vinilo a partir de cloro y etileno. El resultado es un material realmente ligero y químicamente inerte e inocuo. De hecho, en un post anterior en este mismo espacio ya os detallamos las principales propiedades de las lamas de PVC. Aquí te lo enlazamos para que estés al tanto de todas ellas y de sus principales beneficios.
La fórmula para la fabricación del PVC hace que se obtenga un termoplástico que puede ser moldeado sencillamente en rangos de temperatura aproximados entre 140 a 205ºC. Posteriormente, una vez que se ha enfriado, consigue recuperar toda su consistencia inicial, con la ventaja de que mantiene la nueva forma que se le ha dado.
Este hecho es, precisamente, el que le confiere propiedades excepcionales para una gran cantidad de sectores y actividades distintas. Si algo se puede afirmar con rotundidad del PVC es que es tremendamente versátil, convirtiéndolo en el plástico de mayor consumo de nuestro país.
¿Sabías que solamente la industria de la construcción ya absorbe el 55% de la utilización y fabricación del PVC en España? Seguramente sea porque el 64% de sus aplicaciones totales tiene una vida útil de entre 15 y 100 años, lo que convierte a este material en el ideal para toda clase de tubos, ventanas o puertas. Pero no termina ahí el asunto, ya que el PVC está presente en toda clase de electrodomésticos, juguetes, botellas, mangueras…
La diversidad de sus formulaciones hace que este componente sea uno de los más versátiles de la actualidad, adaptándose prácticamente a cualquier situación, como la producción de lamas de PVC, y cumpliendo cualquier cometido que se le encargue, incluso aquellos más exigentes.
